El tema de las modificaciones corporales (desde el clásico piercing, hasta el tatuaje) se han masificado y ya casi no representan un tema crítico en la sociedad, pues creo que en parte, el tema ya se ha digerido por parte de los que aun son algo más conservadores.
Sin embargo, he leído bastante acerca de otro tipo de modificaciones corporales que, en algunos casos, pueden resultar muy chocantes para la sociedad. Esto comenzó con el cambio de sexo, el cual causó furor y controversia hace unos cuantos años atrás; pero que hoy pasó a ser algo mucho menos trascendente... Pero las modificaciones de las que hablo, van más allá de un cambio de sexualidad
Tatuajes en lugares poco recomendables, expansores de carne, clavos de acero, quemaduras artísticas, bolones de acero bajo la piel, amputaciones y extracción de dientes, se han puesto de moda. Más allá de lo chocante que resulta ¿Qué piensan ustedes? ¿Es este algún tipo de síntoma de nuestra sociedad? ¿Obedece a una muestra antisocial de pensamiento o a alguna patología? ¿Qué harían o pensarían si su pareja, hermano o hijo se sometiera a este tipo de cambio tan radical?
Saludos
el humano siempre a buscado diferenciarse y ser ”inmortal” ,ser único y reconocible en entre tanta gente, cuando el hombre estaba en clanes, tribus o sociedades pequeñas buscaron la diferenciarse entre otras tribus ,pintándose el cuerpo o tatuajes primitivos, no es actual esto es antiguo métodos
la búsqueda el hombre por ser diferente siempre primero fue lo exterior ya que es lo primero que miramos ,no creo que sea una patología si el hombre se manifiesta en paredes,libros,pinturas por que no con su cuerpo?
al buscar modificación extremas en su cuerpo creo que es otra de las tantas expresiones que existen en el hombre y mujer
Probablemente, le haría ver la belleza que yo veo en ellos, y simplemente les diría que les quiero tal y como son. Pero si deciden hacerse algo, pues bien, es su vida, su cuerpo, su decisión, mientras no les haga daño, está todo bien, me parece bien que tengan la valentía de que les deje de importar lo que piense el resto de ellos, y los seguiría queriendo, mientras sigan siendo -internamente- ellos mismos.
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