Es muy común, sobre todo en las mujeres, agujerearse narices, tabique nasal y orejas, para adornarlas con colgantes de oro. Existen también ritos practicados por los "Sadhu" (santones indúes) en los que a través de experiencias extremas, deformaciones permanentes y mortificaciones de la carne buscan alcanzar el éxtasis mental.OCEANÍA:
Las jóvenes mujeres de Nueva Guinea se atraviesan el tabique nasal y las aletas de la nariz con una larga espina de pez. Los hombres llevan, en cambio dientes de pez en el tabique nasal.NORTEAMÉRICA:
Para los "Tinglits" la boca tenía un significado espiritual. El uso del piercing marcaba, en las mujeres, la transición de la pubertad a la madurez sexual. En algunas tribus "Sioux", para convertirse en guerreros, los jóvenes debían superar una prueba que consistía en perforarse el pecho con garfios, colgándose con cuerdas a un árbol hasta lacerar la piel.AMÉRICA CENTRAL:
Los antiguos Mayas sentían un gran culto a la belleza. Mediante unas máscaras de madera iban deformando la cabeza de los niños para conseguir un perfil perfecto. Los tatuajes señalaban el rango y la ocupación. Practicaban el piercing perforando labios, nariz y orejas con las joyas más caras que podian permitirse.AMÉRICA DEL SUR:
Los indios "Cashinawa" se perforan la nariz para insertarse plumas de colores que indicaban su rango. Los indios "Carafa" se escarifican una mejilla y perforan su labio con una fina caña de bambú. En Brasil, los "Chavantes" se adornan con pendientes de madera, con cuerdas enrolladas alrededor de muñecas, tobillos y cuello y con un cono amarillo que cuelgan de su pene.
¿QUE INDUCE A UNA PERSONA A LA
PRÁCTICA DEL BODY PIERCING?
Deseo interior, deseo inconsciente de liberarse de las inhibiciones de la moderna vida cotidiana, deseo de volver a la precivilización de expresar una forma de arte primitiva o una salida para las inclinaciones artísticas.
Algunos dicen que siempre se han sentido atraídos por el body piercing como "el hierro al imán"; a muchos les gusta por la atracción sexual que ejerce mientras que otros aman simplemente la sensación física provocada por la presencia y el movimiento de las joyas.
Probablemente existen cuatro motivaciones primarias que desencadenan el deseo de introducirse en este mundo: belleza, moda, dolor y placer. Todo esto teniendo en cuenta que para muchos se ha convertido con el pasar del tiempo en una filosofía de vida que responde perfectamente al propio deseo de autoafirmación, de dominio del cuerpo, de conocimiento de si mismo.
Un aspecto que hay que valorar es la posibilidad del piercing para funcionar como elemento de placer. Ponerse joyas en algunos puntos estratégicos del cuerpo hace a estas partes más interesantes y sensibiliza en más o menos medida las zonas perforadas.
El piercing puede producir sensaciones muy agradables y excitantes; el dolor dura sólo un instante ese momento importante que desencadena particulares mecanismos psicológicos cuando la aguja perfora la piel y el anillo o la barrita de acero "invaden el cuerpo...".
PRÁCTICA DEL BODY PIERCING?
Deseo interior, deseo inconsciente de liberarse de las inhibiciones de la moderna vida cotidiana, deseo de volver a la precivilización de expresar una forma de arte primitiva o una salida para las inclinaciones artísticas.
Algunos dicen que siempre se han sentido atraídos por el body piercing como "el hierro al imán"; a muchos les gusta por la atracción sexual que ejerce mientras que otros aman simplemente la sensación física provocada por la presencia y el movimiento de las joyas.
Probablemente existen cuatro motivaciones primarias que desencadenan el deseo de introducirse en este mundo: belleza, moda, dolor y placer. Todo esto teniendo en cuenta que para muchos se ha convertido con el pasar del tiempo en una filosofía de vida que responde perfectamente al propio deseo de autoafirmación, de dominio del cuerpo, de conocimiento de si mismo.
Un aspecto que hay que valorar es la posibilidad del piercing para funcionar como elemento de placer. Ponerse joyas en algunos puntos estratégicos del cuerpo hace a estas partes más interesantes y sensibiliza en más o menos medida las zonas perforadas.
El piercing puede producir sensaciones muy agradables y excitantes; el dolor dura sólo un instante ese momento importante que desencadena particulares mecanismos psicológicos cuando la aguja perfora la piel y el anillo o la barrita de acero "invaden el cuerpo...".
En la era de las imágenes, en la que el valor de la forma expresiva se mide esencialmente a través de la apariencia, la utilización del cuerpo como modo de comunicar con lo externo adquiere gran importancia. Al igual que sucedía en la época primitiva. El antiguo arte del PIERCING (del verbo inglés "to pierce", perforar) se vuelve a descubrir y a valorar. Se ha transformado en un fenómeno de moda pero nace de un movimiento de ideas y por este motivo despierta en la mayor parte de las personas desconfianza, rechazo o miedo, al contraponerse a la cultura occidental de los últimos siglos.
Si bien en Europa sigue despertando cierto interés, se calcula que en los Estados Unidos un 10% de la población tiene un agujero con joya en alguna parte de su cuerpo.
Pero es mucho más que una simple decoración estética, el piercing tiende a explorar la zona de sombra que existe entre la esfera física y la psíquica, en la búsqueda de una libertad expresiva que hay que recuperar dando vida a sus deseos latentes. No se practica por el deseo de pertenecer a un grupo, si bien es inevitable que esto suceda.
Por qué perforar?
Las razones para la perforación varían mucho. Algunas personas lo hacen por motivos religiosos o espirituales, mientras que otros lo hacen por la libre expresión. Otros por el valor estético, para el placer sexual, para conformar la cultura o incluso para rebelarse contra ella. La práctica ha desarrollado muchas variaciones de estilo y técnicas en todo el mundo. Una pieza de joyería, cuerda o un palo se inserta en el lóbulo de la oreja. En algunos lugares, la combinación de los pesos se añade gradualmente de manera que el lóbulo de la oreja se extienda muchas veces la longitud original. En algunas tradiciones es el lóbulo de las oreja larga y no las joyas lo que se considera atractivo. Muchas veces, la perforación del oído y estiramiento forma parte de los ritos de paso a la edad adulta. En algunas partes de Africa, las mujeres empiezan a estirar sus labios, seis meses antes del matrimonio. El tamaño de la placa de los labios indica el número de ganado que el marido tendrá que pagar para su dote.
No hay comentarios:
Publicar un comentario